19.11.19

DE AMAR, DE ARMAR, DE REMAR LA VIDA Y LOS POEMAS.


Para la Poeta Juanita Rocha es en parte este texto, mi Profesora de Literatura cuando los 14 años y quien me incentiva en la actualidad ( 30 años después) a que muestre como se ama a la Poesía y que sepamos que con ella, nunca sabremos dónde vamos a hacer el bien.
¿Cómo es que sabemos si a consecuencia de estar en un mismo lugar el ser humano termina por aproximación a igualarse o diferenciarse? Con la única premisa de estar en un mismo espacio, medido por ejemplo en electrómetro (mide según la carga), matemáticamente resulta imposible.
Las vivencias son extremadamente distintas en cada ser humano, por más que seamos 2 (dos) viviendo una misma circunstancia.
Las emociones o los sentimientos que nos llevan por una x razón (aquello que desconocemos) hacia un mismo lugar ¿nos pueden igualar? La respuesta en no.
Ninguna de nosotras quisiéramos estar en este terreno, que nos iguala y nos diferencia a cada instante, leyendo nada más, ni nada menos que Poesía, seguramente si diéramos rienda suelta al deseo, la mente nos posicionaría en espacios mucho más agradables, sin lugar a dudas en este lugar no, pero estamos acá como una condición sine qua non, que nos ubica a todas.
Una de las primeras frases que digo es: siempre podemos elegir, la vida te da eso y te lo muestra en la fragilidad humana de los cuerpos que habitamos, hasta ése extremo en el ejemplo, podremos ir para saber que la vida es individual, de ahí el término: individuo, lo mismo es para las palabras podemos elegirlas y además también con un plus extra, podemos callarlas o escribirlas, pero debemos saber, que forma parte de nuestra elección, el silencio, la voz y la escritura.
Pero volviendo a las matemáticas, la Poesía es un claro ángulo recto posicionado en 90º grados y el vértice es la Literatura, la recta se denomina Vos y Yo, se acostumbra a nombrar los puntos en orden alfabético. ¿Podremos hacer lo mismo con los sentimientos? Esa infinita producción de materia intangible y más aún, pensemos si estamos en ciertos lugares, podremos ordenarlos, enumerarlos hasta formar un ángulo recto? la respuesta sigue siendo NO.
Desde este juego matemático nos posicionamos para hablar de Poesía en la Unidad Penal Femenina, que nos otorga y nos refleja un lugar para las palabras.
Ahora bien, querer aprender Poesía, tiene que ver con lo íntimo del ser, su relación con un Otro, el amor a las palabras, a la selección de palabras de cada una de nosotras y con el registro que se tiene y su significado.
Acá la verdadera hazaña es tener que ejercitarse en la Poesía como única meta sobre el aislamiento, aunque resulte ser acertada esta palabra para los poemas (una escribe en soledad o pudiéramos decir en aislamiento), pero esta palabra es literal para estas mujeres, no es una metáfora, no lo es y tampoco claro está, forma parte de un mundo soñado.
La Poesía hace de nexo entre estos mundos y este proceso nos iguala en un punto básico: la lectura.
Pero existe otro mundo que nace, no como imposición o posibilidad, sino a través del descubrimiento de amar, de armar, de remar la vida y los poemas, de expresar las emociones y la mirada sobre lo cotidiano en los pequeños gestos.
Sin dudas estas mujeres aisladas, aisladas del resto de la población que las agrupa, aisladas de la sociedad, van a quedar marcadas por el registro de la Poesía y ojalá lo logren en un punto positivo igual que yo: como uno de los lazos con la vida