13.12.19

CIEN AÑOS

Juan José Manauta 

Cumplió sin dudas  el sueño de todo Escritor y no es precisamente el reconocimiento, eso es parte del ego, él es un hombre logrado en la escritura y eso es lo que lo hace inmortal.
Escribir con sumo cuidado cada palabra en los distintos géneros literarios, conforman a un hombre de las letras, en un lenguaje trenzado que prácticamente es muy difícil quitar o agregar, sin perderse la línea de arriba o la de abajo, eso se logra únicamente con trabajo, acá no hay versos del alma o del corazón, o algún recitado de memoria, Manauta es un orfebre, un joyero de la palabra, sin embargo no es de fácil acceso llegar a su escritura en el estadío de las letras,  primero hay que pasar por otros autores antes de llegar a conocerlo y cuando  por fin lo encontraste te pones a  pensar  ¡en qué diablos perdiste tanto tiempo!. Cuando leo a Manauta distingo rápidamente puro trabajo, no fue un hombre con suerte, fue la suma del trabajo que lo  hace un hombre fuerte  y referente de las artes, tampoco veo en él falsa humildad, veo lo humilde que logra la perfección ¿se imaginan eso?, una utopía para un Escritor. También logra la sabiduría en las voces de sus personajes, esto implica larguísimas horas de correcciones y en honor a la verdad,  podemos estar toda una vida sin que nos salga.

Manauta tiene la introspección que emigra desde el interior de sus vivencias en forma de palabra y salen a luz para mostrar lo miserable y cruel que puede ser el mundo. Parece  levitar ( y esto es lo hermoso) parece levitar entre la tierra y el cielo, si mira hacia la tierra  se desprende la tristeza,  el barro, la pobreza, el honor del silencio de los viejos, la quietud de esperar algo que nunca cambia, además pone el cuerpo en la palabra, el trabajo del cuerpo y el dolor en la mirada de un niño. Se me parte el corazón con " Los Horneros", eso logra Manauta en la palabra escrita, pero sin embargo si mira hacia el cielo aparece la esperanza, la luz y los milagros, entonces de repente se me llena de amor el pecho con la flor de lino hecha canción:

"...Viene con luz de arriba, desde las islas frágiles del cielo,

desde un oleaje desgarrado, desde la lluvia,

con su cristal deshecho, desde los pájaros,

como en un vuelo mágico, dormida.

Pero nace de abajo, desde napas celestes enterradas,

desde las mariposas sumergidas,

desde la tierra atenta de los surcos...”


El "Chacho"  para los amigos. Manauta para los Escritores. Un pequeño niño sin juguete

 para los lectores y recién lleva 100 años.